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La innovación y el medio ambiente

Si pudiéramos describir al consumidor ideal, podríamos suponer que es un tanto precavido al momento de elegir un producto y que definitivamente busca satisfacer sus necesidades a través de una buena adquisición, ya sea económica o de una buena calidad.

El concepto de calidad no es nada nuevo, ya que en la antigua China, había leyes estrictas que obligan a los artesanos a auto inspeccionar su trabajo, que como resultado  solo se podía esperar la máxima calidad del producto. De no ser así eran advertidos: «si posteriormente cayeran en el mismo error, serían sancionados con una cruel amputación de sus manos», de esta forma no ocurriría otra vez el error. Esto claramente parecería dantesco e inhumano en nuestra era, pero la calidad es crucial en cualquier situación, aunque tan relativa en el consumo, tanto que deja un hueco inmenso en el detrás de toda esa realidad que no apreciamos a simple vista, y es normal, ya que hasta hace unas década nuestros procesos empezaron a ser dañinos con el entorno. 

Actualmente los jeans que tenemos en el clóset, cumplen nuestros estándares de utilidad, unos más que otros, pero aún así, están contaminando un río a miles de kilómetros, tanto que, a simple vista son invisibles. 
Esto definitivamente no es un secreto y basta un poco de intuición para darse cuenta que el cambio climático es una realidad y cada día parece acentuarse más. Las decisiones en los compradores ideales también lo harán y a medida que la innovación llegue a los grandes mercado, grandes imperios surgirán

Los estándares de calidad deben incluir la sustentabilidad como pilar de concepto. En los últimos años han emergido en Latinoamérica, marcas como Bershka, Bestseller, Boohoo, C&A, Charlotte Russe, Cotton On, Espirit, Fashion Nove, Five Foxes, Forever 21, Uniqlo, Victoria’s Secret y Zara, son actualmente marcas señaladas por la Profeco como «modas desechables» por diferentes razones, entre ellas que son de mala calidad y responsables del 20% de las aguas residuales globales, lo que representa un daño grave a las actuales y futuras generaciones. 

La calidad incluye estándares que son posibles mediante procesos necesarios para cumplir la norma. También existen marcas que dan un buen ejemplo: 

Stella McCartney

La marca de moda de lujo de Kering no usa ninguna fibra animal desde 2001. Sus materias primas son recicladas y sus insumos son orgánicos; además, hace campañas como la de Clevercare, dónde enseña de manera creativa a las personas cómo lavar, secar y cuidar la ropa para evitar proceso que dañen el ambiente. 

Hope Made In The World

La compañía tiene certificación de Child Labor Free, no produce grandes cantidades y tiene un modelo que no se enfoca en vender masivamente, sino en producir conscientemente usando proveedores certificados como Organic Cotton Plus. 

Versace

Desde 2014, la compañía se uniço al Cnmi Sustainability Working Group e implantó sus pilares de sostenibilidad: promover el talento joven, desarrollar la diversidad y utilizar materiales sostenibles, lo que va de la mano con el anuncio de Donatella Versace de no usar piel de animales en sus colecciones. 

Gucci

La compañía ha lanzado diversas colecciones con materiales reciclables, así como una de bolsos de pieles certificadas junto con la defensora de sostenibilidad Livia Firth. En 2007 anunció que dejaría de usar pelaje animal en sus colecciones y creó el portal web Equilibrium, para generar consciencia ambiental y permitir que voluntarios se unan a su causa. 

Burberry

Burberry ha implementado programas sociales y ambientales durante más de una década. Primero se comprometió con la sustentabilidad como su misión principal en 2004, y luego emitieron una Agenda de Responsabilidad a cinco años en 2017, que fue diseñada para impulsar un cambio positivo y construir un futuro más sostenible. Burberry también organizó su primer desfile neutral en carbono para Otoño/Invierno 2019-20 en la Semana de la Moda en Londres. 

Adidas

La marca deportiva ha hecho un gran esfuerzo (desde hace tiempo) por hacer prendas y calzado más amigable con el ambiente. Desde su asociación con Parley para rescatar plástico de los océanos y convertirlo en fibra para sneakers hasta su alianza con la experta en moda sustentable Stella McCartney, Adidas pone el ejemplo de lo que pueden hacer las firmas de renombre internacional. 

Levi's

Para hacer un solo par de jeans se requieren monstruosas cantidades de agua para lograrlo, además de que posteriormente se contamina demasiada agua al momento de teñirlos en su clásico azul índigo. Por estas razones, la marca Levi’s ha buscado procesos más sustentables para seguir ofreciendo sus icónicos jeans. Aquellos que han usado menor cantidad de recursos o incluso tintes menos contaminantes están marcados para diferenciarlos fácilmente. 

Las marcas anteriormente mencionadas, van a la delantera en este sentido, implementando toda clase de innovación para llegar a la sustentabilidad que, mediante procesos y campañas publicitarias, ya han marcado un antes y un después en la moda. 

Pero ¿cómo es que hemos llegado hasta este punto? ¿por qué estás «buenas prácticas» parecieran una novedad más que una normalidad? Es necesario abordar los temas de la obsolencia programada en la industria textil y en general, pues el concepto nos habla de algo que está hecho para dejar de funcionar en un determinado periodo de tiempo. En el pasado esto era comprensible por la búsqueda de crecimiento en el mercado, haciendo que cada cliente compre más de una vez el producto x, pero en la actualidad esta práctica ya no es justificable y en la moda ocurre algo muy interesante: cada seis meses por tradición surgen nuevas colecciones mundialmente, que influyen en el vestir de las masas abordando de forma cíclica diferentes estilos de vestimenta y con el auge del «fast fashion» es más accesible adquirir nuevas prendas. Esto nos lleva a una demanda y competencia que solo se resumen en fabricación de textiles de forma masiva y excesiva, que agravan la situación medioambiental, lamentablemente esta cara oculta se vuelve preocupante, y por tanto las instituciones gubernamentales como el colectivo, deberíamos actuar al respecto exigiendo mejores prácticas certificadas por los organismos internacionales, tales como: Familia ISO14000, Familia ISO9000, quienes son actualmente de los más altos estándares de calidad internacional. 

¿Qué hacer al respecto como un consumidor ideal? 

Claro está que la tarea que tiene la industria textil es la certificación y el compromiso ambiental encaminado a la sustentabilidad de la empresa. El compromiso gubernamental es también necesario para facilitar la práctica y la estandarización con visión innovadora, pero en el cliente también recae la responsabilidad de transformar los hábitos de consumo a otros más ideales donde la calidad es más valorada que el precio. 

Una nota de Aldo Sánchez.

1 comentario en “La innovación y el medio ambiente”

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